¡Como pensaba Micaía!
Si hay algo de lo que
debiéramos cuidarnos es del pecado ¿por qué? Ya usted conoce la respuesta, todo
lo que el pecado toca lo contamina, lo daña.
“Hubo/había un hombre del
monte de Efraín llamado Micaía” de esta forma comienza la narrativa del
capítulo 17 del libro de Jueces para introducir la historia de un hombre que
pudo haber estado engañado respecto a la forma de adorar a Dios o solo
pretendía servir a Dios a su modo. Analicemos su historia y veamos que el Señor
nos puede enseñar de la vida de Micaía.
Lo primero que encontramos
sobre Micaía es que le robo una buena cantidad de dinero a su madre ¿para qué?
La Biblia no da detalle sobre eso, pero si dice, que él, le devolvió el dinero
a su madre. Su madre había lanzado una maldición, quizás este,
movido por temor a que la maldición cayera sobre el , devolvio el dinero. La madre recibe alegre el dinero y le dice:
“¡bendito seas por el Señor hijo mío!”.
Las escrituras enseñan que la
madre tomo los mil cien ciclo de plata y lo dedico al Señor para que su hijo
hiciera una imagen de fundición. Pero este solo tomo 200 siclo de plata con lo
cual mando a hacer el ídolo y lo puso en su casa convirtiendo ésta en una casa
de culto. No conforme con esto, construyo un efod y consagro uno de sus hijos
como sacerdote. La historia es entonces interrumpida para añadir a un próximo
personaje quien tendrá un papel destacado dentro de la historia. Este nuevo
actor es un levita quien emigra de Belén de Judá hacia otro lugar donde se
sintiera mejor. Llega a casa de Micaía quien luego de interrogarle sobre de
donde venía y hacia donde se dirigía, le propone que sea su sacerdote y que a
cambio seria remunerado por su trabajo, además de recibir comida y vestimenta
por su oficio. A este le agrado la propuesta y se quedó con Micaía quien lo
trataba como un hijo. Entonces Micaía pensó y dijo “ahora sé que el Señor me hará bien pues un levita es mi sacerdote”
Nuevos
personajes: ahora entran en escena los hijos de Dan quienes van como espías a
reconocer y explorar la tierra de Zora y Estaol. Estos hombres llegaron cerca
de la casa de Micaía porque pasaría la noche allí, y estando cerca escucharon
la voz del joven levita y lo reconocieron y se acercaron a donde estaba y le
preguntaron ¿Quién te ha traído
acá? ¿Y qué haces aquí? ¿Y qué tienes tú por aquí? Después del levita explicarle, los hombres le
dijeron que consultara al Señor por ellos, pues, ellos se lanzarían a la
conquista y no estaría por demás saber cómo les iría. El levita sin hacer
ninguna consulta les dijo que fueran que Dios estaría con ellos, ellos
confiaron en la palabra de este y se fueron.
Los de Dan se lanzan a la
conquista y cuando estuvieron en Efraín en la casa de Micaía por segunda
ocasión, ya no eran cinco, ahora eran 600 hombres, esto entraron en la casa y
después de saludarle tomaron los ídolos y se lo llevaban, Micaía al ver esto pregunto ¿Qué hacéis? Ellos respondieron:
“Calla, pon la mano sobre tu boca, y vente con
nosotros, para que seas nuestro padre y sacerdote. ¿Es mejor que seas tú
sacerdote en casa de un solo hombre, que de una tribu y familia de Israel? Y se
alegró el corazón del sacerdote, el" cual tomó el efod y los serafines y
la imagen, y se fue en medio del pueblo”.
Los vecinos junto a Micaía perseguían a los hijos de
Dan porque estos se robaban sus ídolos y se llevaron al sacerdote, los de Dan
le reprendieron por su ruido tras ellos,
y este al ver que no podía con ellos desistió. Los de Dan luego de conquistar
Lais levantaron la imagen y la adoraban todo el tiempo que el santuario de Dios
estuvo en Silo. ¡Esta es la historia de Micaía!
tAlguna vez te ha
tocado realizar un examen de aquellos que dicen completa los espacios en blanco
con las palabras de la columna derecha. Entonces procede a realizar el mandato
y una vez terminado lo entregas pensando ¡Que fácil estuve el examen, creo que
lo aprobare con un 97 %! Sin embargo
luego de la corrección del maestro y una vez que este lo entrega te das cuenta
que lo reprobaste ¿Cómo es posible, si complete todo los espacios en blanco y
estaba seguro que lo hice de manera correcta? Los términos utilizados eran muy
parecidos entre sí, no prestaste atención y lo confundiste y el resultado fue
que reprobaste el examen.
De un modo
parecido sucede con la adoración a Dios. Mucho se acerca a Dios sinceramente,
con deseo de servirle y honrarle, se siente agradecido por lo que Dios ha hecho
en su vida, y eso los induce a darle el corazón a Dios. Estos comienzan a
servir a Dios de un modo equivocado, con ritos inventados por ellos mismo al
igual que los samaritanos, dejando de lado lo que Dios ya dijo respecto a la
adoración que a él se le rinde. Aquí fue donde erro Micaía y donde yerran
millones de cristianos en la actualidad. Pero ¿Sabia Micaía sobre la verdadera
adoración? Por supuesto que sí. El versículo 13 de capítulo 17 dice “Ahora sé
que Jehová me prosperará, porque tengo un levita por sacerdote.” Esta expresión
ayuda a comprender que Micaía sabía que la ministración en cuanto al santuario
y ofrecer a Dios sacrificios y demás correspondía a la tribu de Levi.
Algo más que es
digno de mención es el lugar donde vivía Micaía. Este era de un monte de
Efraín. Silo, el lugar donde estaba el santuario de Dios, se encontraba dentro
del territorio asignado a la tribu de Efraín, (Josué 16:6; 18:1-15.) Aun hay más, La tierra de Efraín fue iluminada
con el ejemplo de Josué, pues este vivió dentro de su territorio (Josué 24:30.
Jueces 2:9) Además, la Biblia enseña que el Sumo Sacerdote Eleazar vivió
también en un monte de Efraín ¿Quién sabe si fue el mismo monte de donde era
Micaía? El Cap. 18 30 dice que Jonatán nieto de Moisés fue el sacerdote de la
Tribu de Dan, lo que nos lleva a deducir que la degradación en la adoración no
ocurrió mucho tiempo después de la muerte de Josué y sus contemporáneos. Por
último, recordamos que algunas tribus todavía continuaban en conquista de la
tierra que Dios le había dado y lo hacía creyendo que podía hacerlo porque Dios
lo prometió.
Me pregunto, ¿Por
qué Micaía cayó en idolatría? ¿Es que no
había quien lo reprendiera? ¿A dónde estaban los jueces y sacerdotes, donde
quedo el celo por Dios? Creo que para responder estas cuestiones necesitamos ir
al comienzo del libro. Vayamos allá tras la respuesta. Jueces 2:7, 10 “el
pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los
ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían visto todas las grandes
obras de Jehová, que él había hecho por Israel.” Y toda aquella generación
también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra
generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel[l1] . ¿Cómo es posible que esta nueva generación no conoce
al Señor si Dios le dijo a los padres que debían repetir a sus hijos las
palabras de la ley? (Deuteronomio 6:7) esto no es posible a menos que los
padres no cumplieran su deber hacia los
hijos de enseñarles las maravillas que Dios hizo por ellos para sacarlos de
Egipto. ¡Esta historia tiene muchos involucrados!
Vers 10-13 Después los hijos de Israel hicieron lo
malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales. Dejaron
a Jehová el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y
se fueron tras otros dioses, los dioses de los pueblos que estaban en sus
alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira a Jehová. Y dejaron a
Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot.
Vers 16-19 “Y Jehová levantó jueces que los librasen
de mano de los que les despojaban; pero tampoco oyeron a sus
jueces, sino que fueron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; se
apartaron pronto del camino en que anduvieron sus padres obedeciendo a los
mandamientos de Jehová; ellos no hicieron así. Y cuando
Jehová les levantaba jueces, Jehová estaba con el juez, y los libraba de mano
de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová era movido a
misericordia por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.
Más acontecía que al morir el juez, ellos volvían atrás, y se
corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles,
e inclinándose delante de ellos; y no se apartaban de sus obras, ni
de su obstinado camino.
Micaía cayó en idolatría
porque la nación entera se corrompió,
por esto nadie le reprendió por su pecado, aun los sacerdotes y los
jueces se corrompieron con las naciones vecinas. La nación se corrompió porque
no crearon una relación firme y duradera entre ellos y Dios, su obediencia
dependía del líder que los gobernara. Mientras tenían un líder espiritual la
nación obedecía, cuando este moría, la nación caía en pecado, no tuvieron una
experiencia personal con Dios.
Ahora comprendemos
cual era la raíz de todo el mal de Israel. Israel era rebelde, no quiso seguir
las ordenanzas del Señor, y todos ellos se apartaron del señor y la nación
quedo en confusión y ya no sabían diferencial entre la adoración a Dios y la
adoración pagana. Todo esto les aconteció porque ellos dejaron de seguir las
instrucciones de Dios. No echaron a las naciones que Dios dijo que echaran de
la tierra de Canaán y estas naciones paganas fueron un lazo para Israel Jue
1:21, 29, 30-34. De esto podemos deducir que el pecado que no vencemos nos
vencerá a nosotros y será la causa de nuestra ruina.
El libro de Jueces
contiene una narrativa de una nación sumida en idolatría y confusión vemos en
todos los relatos de este libro una nación de bajas espirituales. Miremos
algunos errores cometidos durante el periodo de los jueces
- Gedeón después de librar a Israel de Median se corrompe tras un efod.
- Jefte sacrifica a su hija aparentemente a Dios. Cosa que Dios había prohibido rotundamente.
- Abimelec le dice a su soldado que o mate para que no se diga que una mujer lo mato.
- Los de Efraín se levantan en pelea contra Jefte porque este no los invicto a pelear
- Dan levanta una imagen en su territorio todo el tiempo que el santuario de Dios estuvo en Silo.
- Los de Benjamín apoyan la homosexualidad y la crueldad de los hombres de Gabaa.
¡Cuán lejos de Dios estaba esta nación! Cuando una nación deja de lado
los principios de Dios, las paciones más bajas de la naturaleza humana salen a
relucir y la nación cae en una oscuridad más densa que la que cayó sobre
Egipto, se forma la anarquía y la corrupción, asesinato y la crueldad
predominan. Ejemplo de ello son los antediluvianos, Sodoma y Gomorra, Francia y
Alemania.
Volviendo a nuestro personaje, sería bueno que analizáramos algunas
características de este hombre. Este parece un buen hombre, puesto que cuando
supo que el levita buscaba lugar donde vivir le ofreció su casa, le dio
trabajo, ropa y comida. Además, lo trato como a uno de sus hijos, tanto así,
que al levita le agrado estar con él. Se ve que este hombre es moralmente
correcto y amable y creo que hasta bondadoso y que estaba dispuesto a hacer lo
mejor posible a medida que la oportunidad se lo presentara. Digo esto porque
cuando supo que el hombre con quien hablaba era levita, le ofreció que fuera su
sacerdote porque así agradaría al Señor. Aparentemente se ve a un hombre que
quiere honrar a Dios. No obstante, para honrar a Dios no es suficiente ser
buenas personas, tener buenas intenciones, ayudar a los que necesitan ayuda, ir
a la iglesia, ayunar y hacer cuantos sacrificios nos inventemos, todo esto es
importante pero no es suficiente para honrarle. Alguien dirá ¡Dios exige
demasiado de nosotros! ¿Qué debemos hacer para honrarle? Seguir al pie de la
letra todo lo que Jehová ha dicho, sin desviarnos a la derecha ni a la
izquierda. Santiago lo expreso de la siguiente manera “el que guarda todo la
ley y ofende en un punto, es culpable de todo” Santiago 2:10.
El pecado no se detiene solo en un pensamiento. Un solo pecado es responsable
de ciento de males, comprobémoslo en la historia de Micaía.
- Micaía hizo una imagen. Violando el primer y segundo mandamiento.
- Puso a su hijo como sacerdote. Violo la orden expresa de que solo los levitas debían ministrar.
- Hizo una casa de culto para adorar el ídolo. Desobedeciendo la orden que dice en el lugar que el Señor tu Dios eligiera de entre tus tribus allí irán a adorar.
- Indujo a sus vecinos a pecar.
- Indujo al levita a pecar.
- Toda una tribu de Israel quedo separada de Dios por aquel ídolo.
No olvide que Micaía era un buen hombre, pero mire usted cuantos pecados
cometió y fue el motivador principal para que otros cometieran la misma falta. Amigo,
ves porque no se puede confiar en las buenas intenciones de los demás para
honrar a Dios, nuestro deber es conocer al Señor por nosotros mismo, indagar
hasta descubrir cuál es la voluntad de Dios para nosotros, sin ninguna alteración
como generalmente hace el hombre para beneficio propio. Si confiamos en los
hombres en un asunto tan importante como este cuando ellos se equivoquen también
nosotros erraremos. En asuntos como estos conviene tomar a pecho las palabras
de Jesús “el que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es
de Dios…” Juan 7:17
Mensajes
que aprendemos de la historia de Micaía
No podemos adorar a Dios a través de ídolo, Dios lo ha prohibido expresamente
en su palabra. Y si le ofrecemos nuestras ofrendas por medio de ídolos no
estaremos más que dando nuestra adoración a los demonios.
Es nuestra responsabilidad escudriñar por cuenta propia que es lo que
Dios demanda de nuestra mano. No tendremos escusa si somos engañados, porque
Dios nos ha dejado su palabra para que individualmente descubramos cual es la
verdad.
No podemos seguir a aquellos que veneran imágenes o ídolos en ninguna
forma aunque sean buenas personas y tengan buenas intenciones, Micaía también tenía
buenas intenciones y una tribu entera se perdió por causa de él, un levita
abandono a Dios y su familia también se apartó de Dios, simplemente por
añadirle algo nuevo a la adoración.
No podemos creer en aquellos hombres que conociendo la voluntad expresa de Dios se aventura a desobedecerla y pretenden guiar a pueblo a una mayor luz o comprensión de las escrituras.